miércoles, 23 de noviembre de 2011

Ser valiente no consiste en no sentir miedo, sino en sentirlo y aún así continuar hacia adelante...


Tras leer esta frase en el muro del facebook de un amigo me hizo pensar y reflexionar un poco.

Haciendo una síntesis de mi vida, en algunos aspectos he sido demasiado valiente, en otros he sido un miedoso o simplemente no he movido ficha. En el último caso he dejado pasar la vida para ver hacia donde me llevaba. Quizás sé que es un defecto y que me he equivocado, pero en la vida a veces no se puede volver hacia atrás como si nada hubiera pasado. Me quejo una y mil veces de mis defectos y de esa pasividad, pero no logro esa valentía necesaria para perder ese miedo.

Muchas veces para saltar el abismo necesitas que la otra persona de un paso, para que la distancia que existe entre los dos se acorte. Quizás no dejo de perder el miedo por ese sin fin de historias que me marcan y siempre de forma negativa, por eso me siento un perdedor. Y por ese miedo a seguir perdiendo o al que te hagan daño dejo pasar y no me aventuro de nuevo.

Ese miedo nos paraliza y no nos deja seguir adelante, aunque pensemos que podemos hacerlo. Llega a apoderarse de nosotros hasta tal punto que puede anular nuestra voluntad y hacerse dueño de nosotros....de nuestro comportamiento.

En el resto de parcelas me siento un autentico ganador, no me ha ido mal en la vida, también he tenido buenas vivencias y mucha suerte.

Si hay algo en lo que crees, debes luchar por ello...sino no podrás volar sin alas. A día de hoy estoy cansado de soñar despierto y en creer en todo lo que siento, quizás mis alas han dejado de volar tras las múltiples caídas. Quizás el mañana sea distinto, porque cuando sueñas y todo se hace realidad, pues empiezas a sentir la felicidad.

Aunque sea efímera esta felicidad, te hace sentir bien ...