sábado, 10 de marzo de 2012

El Valor de la Confianza

La confianza es el fundamento de toda relación humana. Nadie puede caminar junto a otra persona sin tener la certeza de que puede confiar en ella. Sin confianza es imposible avanzar y crecer, porque todos necesitamos creer en alguien. Almas y compañeras de viaje, porque así defino a la vida, como el viaje a la felicidad.
Cuando hablamos de confianza hablamos de transparencia, para ello debemos de desnudar nuestra alma, sacar nuestros pensamientos, nuestros valores, nuestra vida. Para confiar en otra persona hace falta primero conocerla, y eso es un proceso que necesita tiempo.
Cuanto más se conoce, mayor será la confianza depositada en la otra persona. Donde hay confianza se da la comunicación.
No debemos de olvidar que en las relaciones es muy importante cuidar mucho la confianza y esta siempre se tiene que basar en la libertad.
La confianza es necesaria especialmente en los matrimonios, en las familias y en las amistades sinceras. Muchos conflictos que se dan hoy entre padres e hijos son porque quizás muchos padres no han sido merecedores de la confianza de sus hijos y han perdido su credibilidad ante ellos. Entre muchos jóvenes, que hablan a menudo de sus vivencias, debe alcanzarse ese grado de madurez para evitar que la confianza sea traicionada por sus compañeros. Por desgracia, muchas veces se ha traicionado la confianza de alguien. Esto es muy grave porque quien ha sido defraudado tiende a desconfiar y se encierra en sí mismo. Por esto hemos de aprender a confiar en los demás y, al mismo tiempo, ser merecedores de confianza.
La confianza señala la intensidad del vínculo entre dos personas. La verdadera confianza existe cuando hay madurez en las relaciones humanas. Implica estabilidad, respeto, amor. Todos necesitamos que alguien confíe en nosotros. Quien confía en otra persona la hace crecer y contribuye a su felicidad.