viernes, 30 de septiembre de 2011

Felicidad efímera


Buscar la felicidad es un árido camino lleno de obstáculos. La mayoría de ellos está en nosotros pero otras veces en los demás. Es difícil saber las guías para conseguir una paz interior duradera, porque no existen recetas mágicas o formas de actuar o pasos a seguir para llegar a tenerla.

A veces para conseguirla nos engañamos a nosotros mismo en algún momento. Es inevitable. La realidad, que no es lo mismo que la verdad, es demoledora tarde o temprano a lo largo de nuestra vida. Siempre habrá un tiempo determinado en el que aquella se muestra con toda su crudeza. Y ahí seremos unos infelices. Y nos hacemos mil preguntas en ese camino de búsqueda de la felicidad como pueden ser estas:

Por qué para hacer feliz a los demás tienes que realizar sacrificios?

Hasta donde hay que llegar?

Por qué a veces la felicidad sale demasiado cara sobre todo cuando eres tú el sacrificado?

Merece la pena sufrir tanto?

Merece la pena la felicidad cuando el sacrifio es importante?

Supongo que si, porque si algo tiene de bueno el sacrifio es que al final te hace feliz a ti también, aunque esa esencia de felicidad dure poco. Porque todo es efímero, nacemos y morimos nosotros mismos, y como no, nuestras ideas, sentimientos y todo aquello que nos acompaña a lo largo de nuestra vida.

La vida se puede definir como el camino en búsqueda de la felicidad, también es la adaptación a cada momento que nos toca vivir, y cada momento es un cambio en la forma de vivir la vida y de cómo afrontarla. Todo es una retórica, algo que he aprendido en la vida que las cosas que ocurren no se debe a una sola causa, sino que por la teoría de la multicausalidad se debe a muchas causas, por cada cosa se enlaza con otras más. Y cuando aparece una causa existe un efecto, nada se encuentra en equilibrio sino en un cambio continuo y a veces los resultados de ese efecto no son los deseados. Nos solemos castigar buscando en nosotros el porqué no hemos obtenido los resultados esperados o deseados, pero no todo depende de nosotros, a veces ese equilibrio de esos enlaces multicausales producen el efecto menos esperado y a partir de aquí deberemos de acabar de romper nuestro egocentrismo. Debemos de empezar a pensar que las cosas ocurren porque existen más actores o actrices que nosotros mismos y empezar a ver qué papel ha jugado cada uno de nosotros, a partir de aquí buscar las respuestas a nuestras preguntas. También a veces no existen una respuesta, sino múltiples.

Y para poder avanzar quizás debemos de olvidar parte del pasado, viviendo el presente para poder empezar a saborear la felicidad del momento, sin abordar o pensar en el futuro. Porque el futuro es volátil, y se construye tan sólo con el presente de cada momento, y cada momento es efímero.

No hay comentarios: